Decime que me odias, que te gustaría lastimarme, que te enamoraste de otra mujer. Pero no me digas que te estas olvidando de mí, podés tratar si querés, pero no vas a poder. El pasado es un bloque, no se puede dividir.



sábado, 11 de julio de 2009

Viejo ♥

Al cruzar la calle toma mi mano... Solo eso me basta, me basta esa seguridad que me da, y que siempre me ha dado. Me encanta sentir que pese a todo lo que ha ocurrido, a todos los condoros y faltas que he cometido, siempre vas a estar ahí, esperando por mí. Me gusta repetir cada cinco segundos que cierta canción me recuerda a ti, me gusta pensar en las tonterías que decimos y hacemos juntos, me agrada pensar en que de cierta manera soy tu pequeño pero gran amor. Me gusta cuando comenzamos a recordar aquellos instantes que hemos pasado juntos, en los cuales han salido a flote nuestras torpezas, nuestros miedos, nuestras alegrías, etc. Se y tengo claro que jamás voy a encontrar un hombre como tú, será difícil poder reemplazarte, será difícil poder encontrar a alguien tan parecido a mí. Probablemente a mi vida lleguen muchos tipos de hombre, pero jamás habrá uno que te iguale, obviamente por diversos motivos y factores. En mi celular tengo guardada esa imagen, aquella fotografía que tomé del dibujo que tenía mi nombre escrito, rodeado de flores, "Luna Paz" dice, pensar que lo hiciste hace tanto tiempo y aún existe. Son detalles, quizás sin importancia para otras personas, pero para mí son pequeños tesoros que me llevarán siempre a recordarte. Detalles como aquel dibujo, como las sábanas que use cuando era un bebe, esas que tu bordaste; esa noche en la que por primera vez salimos juntos y bebimos una cerveza mientras, de fondo, sonaba música ochentera; aquella mochila color rosa en la que dibujaste un teléfono, esos de antaño, y que debajo del anotaste el número de la casa, para que así no se me olvidara mientras vivía en Iquique alejada de ti; esa autopista que curiosamente recibí una navidad; la odisea que hiciste para darme mi primera y única guitarra; tu apoyo incondicional por sobre todas las cosas. Viejo, son tantas cosas que heredé de ti, tantas cosas que me hacen extrañarte y querer estar en casa. Pero como tu dijiste, es hora de crecer, de caerse y aprender a levantarse, son tantas cosas que me depara la vida misma, es tanta la incertidumbre que siento, que creo que solo hay una cosa de la que estoy segura, que siempre vas a estar ahí al igual que mi vieja. Me alegra sentir eso, me da tranquilidad. Papá, ¡no me lo preguntes nunca más! estoy y estaré siempre orgullosa de que ustedes sean mis viejos, los amo.

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